Pisoteando los derechos humanos: Boluarte desafía a la Corte CIDH y defiende Ley de Amnistía como “decisión soberana”

La Presidencia de la República del Perú emitió un comunicado oficial en el que rechaza la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que declaró inaplicable la Ley de Amnistía N.° 32419, promulgada en agosto por la presidenta Dina Boluarte.
La norma beneficia a policías, militares y comités de autodefensa procesados o condenados por violaciones de derechos humanos durante el conflicto armado interno (1980-2000).
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— Enrique quiroga (@Enrique90455156) September 7, 2025
La agresiva resolución de la CIDH haría pensar que sus magistrados, estan seguros que la Pte Boluarte no obstante saber el daño que esta corte hace a nuestro país, no va a hacer nada para iniciar el retiro del Perú de la competencia de esa corte, que son…
En el texto, difundido el 6 de septiembre a través de las redes sociales oficiales de Palacio de Gobierno, el Ejecutivo calificó de “inaceptable” la decisión del tribunal internacional, sostuvo que se trata de un asunto de “soberanía” y advirtió que se encuentra evaluando la permanencia del país en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Choque con estándares internacionales
La Corte IDH recordó que en los fallos Barrios Altos (2001) y La Cantuta (2006) se estableció que las leyes de amnistía o prescripción no pueden aplicarse a crímenes de lesa humanidad. En consecuencia, ordenó al Estado peruano abstenerse de aplicar la norma mientras emite un pronunciamiento definitivo.
Sin embargo, el Gobierno defendió la ley alegando que las Fuerzas Armadas y la Policía actuaron en su momento para “salvar la democracia” frente al “embate del terrorismo”. Bajo ese argumento, justificó la amnistía como un acto de justicia hacia quienes —según su posición— contribuyeron a preservar el orden democrático.
Riesgo de impunidad y aislamiento internacional
La promulgación de la ley ha generado fuertes críticas de organismos internacionales, familiares de víctimas y organizaciones de derechos humanos, que advierten que la medida abriría la puerta a la impunidad en casos de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y torturas. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) estima que más de mil procesados y sentenciados podrían beneficiarse con la norma.
La postura desafiante del Ejecutivo coloca al país en una situación de alto riesgo diplomático y jurídico. El retiro del Perú del sistema interamericano —una posibilidad que el Gobierno ya no descarta— implicaría el debilitamiento de los mecanismos internacionales de protección de derechos humanos y dejaría sin recursos a miles de víctimas que han recurrido a la Corte en busca de justicia.
Un debate que seguirá escalando
El enfrentamiento entre el Gobierno y la Corte IDH abre un nuevo frente de confrontación institucional. Mientras que el Ejecutivo y el Congreso defienden la amnistía como una decisión soberana, el tribunal internacional sostiene que las obligaciones asumidas por el Estado peruano en materia de derechos humanos son de estricto cumplimiento jurídico y están por encima de las disposiciones internas.
El desenlace de este choque marcará no solo el futuro de los procesos judiciales vinculados al conflicto armado, sino también la credibilidad internacional del Perú en el respeto de los derechos humanos y el Estado de derecho.