En la misa por Fiestas Patrias, el Cardenal Castillo fustigó a Boluarte: "Dictatorial y mandona sin vocación"

En una misa solemne por Fiestas Patrias que dejó más de un rostro incómodo en el Ejecutivo, el cardenal Carlos Castillo, arzobispo de Lima, lanzó dardos filudos contra la gestión de Dina Boluarte.
Con la presidenta y el titular del Congreso, José Jerí, en primera fila, Castillo no se guardó nada. Criticó con ironía esa “actitud dictatorial y mandona” que, según él, brota de “personas sin vocación entrañable” para servir. No citó nombres, pero el mensaje fue tan claro como el repique de las campanas de la Catedral.
Cardenal Carlos Castillo nos representa y esta frase es síntesis 👋👋👍
— Antonio (@marioantonio10e) July 28, 2025
Frases claras y fuertes a la Dictadora Fujimontesinista la llamada #DinaAsesina, y también a la población, saber ciudadanos q no estamos equivocados cuando pedimos democracia , ética y justicia. https://t.co/vLFVU1GNhW
Castillo, con la historia como respaldo, evocó a Francisco Javier de Luna Pizarro para recordarle a Boluarte que un gobierno debe “garantizar la propiedad del pudiente y la exigencia del pobre” y ser “firme sin ser peligroso”.
En un país donde la desconfianza en las instituciones crece como la espuma, el cardenal insistió en que la estabilidad no se logra con mano dura, sino con “respeto a la autodeterminación de los pueblos y a su gestión democrática”.
Su receta para un Perú de futuro: instituciones sólidas y líderes que prioricen el servicio sobre el ego.Con tono firme, Castillo alertó que “no hay Constitución alguna que sea un talismán” para la felicidad si quienes mandan carecen de ética.
“Las mejores formas de gobierno se corrompen con seres envilecidos”, dijo, citando nuevamente a Luna Pizarro, mientras la presidenta escuchaba. El mensaje fue un golpe al hígado de una gestión cuestionada por su desconexión con las calles.El cardenal también defendió el derecho del pueblo a protestar.
“Nuestro pueblo peruano nos llama a levantarnos para ir corriendo a ayudarlo renunciando a diferentes ambiciones y costumbres injustas”, afirmó, lamentando que muchos confundan reclamos legítimos con “sedición”.
Para él, el silencio no es opción: “Gracias a Dios que nuestro pueblo no calla porque es un pueblo digno”. Un recordatorio a Boluarte de que gobernar no es sofocar, sino escuchar.