VIDEO | Más antipatria no se consigue: los ministros de Dina quieren restringir el uso de la bandera y símbolos patrios

El Gobierno de Dina Boluarte, con su ministro de Defensa, Walter Enrique Astudillo Chávez, al frente, decidieron meterse con algo que los peruanos llevamos en el pecho: la bandera y el escudo nacional.
Una propuesta legislativa quiere prohibir que estos símbolos aparezcan en camisetas, gorras, tazas o cualquier producto con fines comerciales o privados. También apunta contra representaciones que “desnaturalicen” su carácter oficial, una frase vaga que huele a censura de expresiones artísticas que critiquen al poder.
Según el Ministerio, esto es para proteger la “soberanía e identidad” del Perú. Pero, en la práctica, parece un golpe directo al bolsillo de miles de emprendedores. En Gamarra, el epicentro textil de Lima, la noticia cayó como balde de agua fría.
Los comerciantes, que viven de estampar escudos en polos y gorras, están que trinan. Sandivel, una emprendedora rodeada de pilas de camisetas patrias, no se guarda nada: “Nos están atacando por ser peruanos. Vendemos estos diseños para Fiestas Patrias, para colegios, para provincias. Es nuestro orgullo y nuestro sustento”.
Y no exagera: la campaña de la independencia es clave para estos negocios, y la ley llega en el peor momento. Andreé Cóndore, de la asociación Gamarra Perú, pone números al drama: 5.000 microempresas podrían irse a pique si la norma se aprueba. Peor aún, advierte que el veto empujará la producción a la informalidad, con textiles patrios made in China colándose sin control.
“No solo nos quitan ventas, nos quitan el sentido patrio”, remata Sandivel, con la impotencia de quien siente que le arrancan un pedazo de identidad.El Ministerio de Defensa, ante el alboroto, sacó un comunicado tibio.
Dice que la ley no está aprobada, que un comité escuchará opiniones y que no se prohíbe el uso de los símbolos, sino que se busca “respetarlos”. Pero la desconfianza ya está sembrada. En Gamarra, los comerciantes piden diálogo urgente para evitar un desastre económico y un agravio al corazón peruano.