La mandataria reveló que se sometió a una operación por problemas respiratorios en junio de 2023, asegurando que no interfirió con sus funciones como jefa de Estado. Sin embargo, especialistas y opositores afirman que al no comunicar oficialmente su estado de salud y posible incapacidad temporal, habría infringido la Constitución. Pese a sus declaraciones de haber firmado 91 normas durante su recuperación, persisten dudas sobre la autenticidad de las firmas, con la Fiscalía indagando posibles falsificaciones.

“Sí, fui sometida a una intervención quirúrgica, pero nunca abandoné mis funciones”, afirmó Boluarte en un mensaje a la nación. Sin embargo, su explicación llega tarde y en medio de acusaciones de encubrimiento, lo que genera aún más sospechas sobre su compromiso con la transparencia.

Relaciones peligrosas: Vladimir Cerrón y los escándalos partidarios

Además del caso médico, Boluarte está involucrada en otro polémico episodio. Autoridades investigan su posible conexión con la fuga de Vladimir Cerrón, líder de Perú Libre y condenado por corrupción. Según reportes, la presidenta habría estado cerca del condominio Mikonos, donde se sospecha que Cerrón se escondía antes de evadir a las autoridades. Aunque Boluarte negó haber visitado ese lugar, su relación previa con Cerrón y las investigaciones conjuntas sobre el mal manejo de fondos partidarios ensombrecen aún más su imagen.

“No oculto a delincuentes ni utilizo bienes estatales para encubrir a personas buscadas por la justicia”, declaró Boluarte. Sin embargo, estas palabras parecen insuficientes frente a un historial lleno de escándalos que afectan tanto su credibilidad como la institucionalidad del país.