La torta en cuestión presentaba un pequeño muñeco derribando una puerta con un ariete, una escena que según la Inspectoría de la Policía se asemejaba al allanamiento a la casa de Boluarte, considerándolo una burla hacia la presidenta y una infracción grave contra la imagen institucional.

El inicio de este hecho se dio hace dos semanas, cuando la casa de la presidenta Dina Boluarte y el Palacio de Gobierno fueron allanados por orden de la Fiscalía, que investiga a la mandataria por presunto enriquecimiento ilícito relacionado con lujosos Rolex, joyas costosas e ingresos no justificados.

El abogado de Colchado, Stefano Miranda, defendió a su cliente y argumentó que el diseño de la torta es subjetivo y que su cliente ha liderado muchas otras diligencias similares. Calificó la suspensión como un acto de represalia injustificado.

Miranda presentó un pedido para levantar la sanción a Colchado y reinstalarlo en su cargo, amenazando con presentar una denuncia por abuso de autoridad si la sanción no es retirada.