El sábado 30 de marzo, Boluarte se dirigió a la nación, argumentando que las autoridades no esperaron un tiempo razonable para permitirles abrir la puerta de su casa. Afirmó que su familia estaba en el interior y se estaban vistiendo para recibir a los agentes, pero estos no les otorgaron suficiente tiempo.

Sin embargo, el Ministerio Público desmintió estas alegaciones a través de un comunicado emitido esa misma noche. Aseguraron que forzaron la entrada tras varios intentos de contacto a través del intercomunicador. Se informó a la persona presente en la residencia sobre la diligencia que la Fiscalía iba a realizar. El juez Checkley autorizó la incautación de bienes y documentos pertinentes para la investigación fiscal contra Boluarte.

Según la versión oficial, cuando se le informó al hijo de la presidente, Daniel Gómez Boluarte, sobre la necesidad de ingresar, este respondió con un "esperen un momento".

A pesar de que el evento fue registrado y difundido por diversos medios de comunicación, la Fiscalía negó haber grabado las imágenes, desmintiendo así su participación en la entrega del material audiovisual a los reporteros.

En cuanto al allanamiento, que se prolongó durante toda la madrugada del sábado 30 de marzo, no se encontraron los relojes Rolex mencionados. No obstante, se recabaron otros elementos relevantes para la investigación, según informaron las autoridades.

Se confirmó que la mandataria deberá comparecer el viernes 5 de abril en la sede fiscal para exhibir los relojes Rolex. Su defensa solicitó específicamente que la diligencia se lleve a cabo en esta fecha.

Ante las críticas de ilegalidad por parte de los defensores de Boluarte, como el premier Gustavo Adrianzén, el Ministerio Público defendió su actuación, argumentando que se obtuvo el permiso correspondiente del Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema de Justicia.