Manifestantes vestidas de Santa Rosa reclamaron por los muertos durante las protestas contra Boluarte
Enfundadas en el hábito tradicional de Santa Rosa de Lima, la primera santa de origen latinoamericano y patrona de la Policía Nacional (PNP), un grupo de manifestantes llegó este miércoles a la sede de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), en Lima, para evocar las muertes ocurridas durante las protestas antigubernamentales, por las cuales la presidente Dina Boluarte enfrenta una investigación fiscal por presunto genocidio.
Una de las ciudadanas portaba un cartel con el lema “no les mandé asesinar”. En una caja llevaba cartuchos usados del gas lacrimógeno que fue lanzado por los agentes durante las marchas pacíficas. La imagen del fotógrafo Juan Zapata fue difundida por la periodista Jacqueline Fowks en la cuenta de X, antes Twitter.
La movilización se desarrolló el mismo día el país celebra la fiesta de la santa y obtuvo mayor concurrencia en las inmediaciones de la sede policial, donde se leían consignas como “más rosas, menos balas”, en referencia a la represión y las ejecuciones extrajudiciales denunciadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Algunas llevaban las manos manchadas de rojo.
Rosa de Lima fue declarada patrona del Perú, América y las Filipinas, y además es celebrada también como patrona de las Enfermeras, razón por la cual cientos de personas peregrinan a la casa que habitó en Quives, al norte de Lima, y a su santuario religioso en el centro de la capital.
Nacida en 1586, se dedicó a atender a los pobres y desvalidos después de tomar los hábitos de terciaria dominica, y practicó la oración y la penitencia con rigores muy severos. Su imagen inspiró en junio pasado al Festival de cine LGTBI, que hizo “un símil con las carencias” de la diversidad, y ahora deviene en símbolo para la memoria de los fallecidos.
Previamente, la ‘Asociación de Víctimas y Mártires del 9 enero 2023 en Juliaca’ remitió una potente misiva a la institución policial —“desprestigiada, devaluada y con vicios de corrupción”— para recordarle “que llevan en sus hombros la vida de nuestros seres amados” y “tienen una vida señalada con el dedo acusador”.
“Su patrona tiene como principios el amor al prójimo y respeto a la vida, prima en ella la honestidad, el amor al prójimo. [Estos valores están] extintos en dicha Institución, ya que es presunta autora de crímenes, ejecuciones extrajudiciales, violaciones, robos, sicariato y bandas criminales, hoy danzan sobre la sangre derramada en todo el Perú, mientras decenas de familias lloran a sus hijos, padres, hermanos y familiares”, se lee en una misiva pública.