Nacionales
Gestión desastrosa

El Gobierno de Boluarte y el Congreso marcan récord: el 80 y 91 por ciento de peruanos los desaprueba, respectivamente

La gran mayoría de la población desaprueba la gestión de la presidente Dina Boluarte.

El 80 por ciento de la población desaprueba la gestión de la presidenta Dina Boluarte y el 91 por ciento al Congreso, unas cifras que colocan la legitimidad en mínimos históricos, según un sondeo urbano-rural del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) que difunde este domingo La República.

El estudio, en el que participaron 1.209 entrevistados, revela que más de la mitad de peruanos considera a la administración de Boluarte peor que la de Pedro Castillo, cuya destitución y encarcelamiento después del golpe fallido autogolpe produjeron una ola de manifestaciones.

En términos comparativos, la macrozona que varió su percepción sobre el Ejecutivo es el centro. De percibir una aprobación de 21 por ciento en el estudio realizado en mayo, el apoyo a la presidenta pasó a sólo 7 por ciento, lo cual se proyecta en una reducción de 3 por ciento del total de la aprobación nacional, que llega apenas a 12 por ciento.

Estos números, según la encuesta, tendrían un correlato directo con la evaluación ciudadana sobre el medio año de Boluarte en el sillón presidencial: el 67 por ciento de los peruanos consideró como “mala” o “muy mala” su gestión, que tuvo la peor evaluación ciudadana en abril pasado.

El ya rechazado Legislativo, en tanto, mantuvo su desaprobación por encima del 90 por ciento, con variaciones en el centro del país (+22) y Lima Metropolitana (+17 por ciento), aunque las macrozonas oriente, norte y sur aumentaron su reprobación en 9, 8 y 5 por ciento, respectivamente.

La mandataria, investigada por presunto genocidio, salió al paso de los movimientos opositores que planean en los próximos días marchar hacia la capital desde diversas regiones.

Los organizadores, entre ellos la Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa, preparan la Tercera toma de Lima, en alusión a dos marchas de protesta realizadas en los primeros meses del año en las que exigieron su dimisión y nuevos comicios.

La lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, tomó protagonismo en el asunto a raíz de una entrevista con Panorama, donde señaló que el adelanto de elecciones “es algo latente”, contrario a la postura de Boluarte, tras lo cual la jefa de Estado desafió a la tienda naranja a ponerlo en agenda nuevamente.

A inicios de año, el Ejecutivo presentó al Congreso dos proyectos para adelantar las elecciones a 2024 (abril y diciembre), pero ambos fueron rechazados por falta de consenso. De igual modo, el Legislativo elevó una serie de propuestas, aunque tanto la Comisión de Constitución como el pleno rechazaron hasta marzo pasado por lo menos cinco intentos de adelantar los comicios para diciembre de este año.

Mientras que las bancadas de izquierda condicionaron su apoyo a que se incluya la consulta sobre una Asamblea Constituyente, los congresistas de derecha aseguraron que primero se debía discutir e implementar una serie de reformas constitucionales, entre ellas el regreso a un Parlamento con las cámaras de Senadores y Diputados.

El adelanto electoral también ha abierto la expectativa sobre una posible cuarta candidatura de Fujimori, quien enfrenta una petición fiscal de 30 años de cárcel como supuesta cabecilla de una organización criminal dedicada al lavado de activos.

El caso Cócteles cuenta con 41 presuntos implicados y está relacionado con el lavado de activos alrededor de la empresa constructora para presuntos aportes para campañas políticas y ha sido investigado por el Equipo Especial Lava Jato del Ministerio Público.

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